La Navidad es conocida en nuestra cultura cristiana como la conmemoración del nacimiento de Jesucristo y se celebra cada 25 de diciembre.

Guarda mucha similitud con las saturnales, unas fiestas paganas que celebraban los romanos en honor a Saturno, el dios del tiempo (Cronos) y la cosecha, que principalmente transcurría entre el 17 y el 23 de diciembre.

Justo en el período más oscuro del año, cuando el sol sale más tarde y se pone más temprano.

En esas fechas las labores agrícolas finalizaban y los campesinos podían aplazar el duro trabajo cotidiano. Los romanos aprovechaban esos días, para visitar a sus familiares y amigos, intercambiar regalos y celebrar grandes banquetes públicos. ¿Te suena, verdad?

Durante estas fiestas, incluso los esclavos gozaban de una gran permisividad. Podían vestir ropas de sus señores y ser atendidos por éstos sin recibir castigo alguno.

Los romanos celebraban el 25 de diciembre, asociado al nacimiento del Dios Apolo-Saturno. Cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 A.C, el 25 de diciembre debió ubicarse este entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro calendario gregoriano.

De esta fiesta se tomó la fecha, ya que se consideró ideal también para el nacimiento de Cristo. Aunque hay la creencia de que Jesucristo nació durante la primavera, pero quizá la intención fue facilitar la conversión de los romanos paganos en cristianos.

En cambio, la tradición del árbol de Navidad procede del norte de Europa.

Los romanos también adornaban las calles durante los saturnales. Pero fueron los celtas quienes más destacaron por decorar los robles con frutas y velas durante el solsticio de invierno. Era una forma de reavivar el árbol y asegurar el regreso del sol y de la vegetación.

Y es que desde tiempo inmemorables, el árbol ha sido siempre un símbolo de fertilidad y la regeneración.

El abeto o árbol de ‘la paz’, el que representa la vida eterna porque sus hojas siempre están verdes, porque su copa siempre ‘señala al cielo’.

*De todos modos, la verdadera historia del origen de la Navidad, no debe distanciarnos de nuestras creencias personales y familiares. La esencia de estas fiestas trasciende lo histórico y reside en lo espiritual. Se ha convertido en una tradición universal y es una época plena de buenos deseos, generosidad y esperanza.

La costumbre de entregar regalos a los niños tiene múltiples precedentes.

Papa Noel, Santa Claus o San Nicolás son algunos de sus nombres en la cultura occidental. Y los Reyes Magos de Oriente, es el nombre por el que se le conoce en la tradición cristiana, denominación que coincide con la que recibían los sacerdotes eruditos en el antiguo Oriente.

La palabra mago proviene del persa y se refería a una casta de sacerdotes persas o babilonios que estudiaban las estrellas en su deseo de buscar a Dios.

Que traen al nacimiento de Jesús de Nazaret regalos para rendirle homenaje. Regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.

El incienso y la mirra, dos Aceites Esenciales igual de preciados que el oro, destinados para proteger y cuidar la salud de este nuevo y honrado nacimiento.

Regalar salud, es regalar vida

La salud siempre ha sido uno de los deseos más anhelados. Porque REGALAR SALUD ES REGALAR VIDA, ya que la vida misma es un preciado REGALO.

‘El regalo tiene la categoría de quién lo hace’

Ovidio

Según el informe de consumo navideño 2019 de la consultora Deloitte, los españoles gastamos de media 554 euros durante estas fechas, una cantidad más elevada que la media europea.

Los expertos recomiendan la regla de los cuatro regalos para lidiar con la sobreabundancia de regalos en Navidad y Reyes. Evitando frustraciones y falta de valor y promover el consumo responsable.

No olvidemos que los adultos en general y los niños especialmente, no necesitan montañas de regalos sino que necesitan afecto, protección y estar en compañía de sus seres queridos.

Si Jesús recibió tres regalos, pues probablemente ese número sea más que suficiente. Así dice la regla de los cuatro regalos:

• Que se pueda utilizar en la vida cotidiana.
• Que se necesite.
• Si es posible, que se pueda leer
• Que realmente se desee.

Ideas y regalos estrellas, mis favoritos para estas fechas

Llegan los agobios y las prisas. No quieres dejar de decirle a nadie que es importante para ti, hacerle un regalo que arranque una sonrisa y acerque los corazones por ser muestra de un aprecio y cariño real.

Es tiempo de elegir los regalos de Navidad.

Y mis favoritos de este año van a ser:

1. Alimentación ecológica

Los alimentos ecológicos son productos sanos (que en su producción no usa ni productos químicos ni aditivos) que aportan vida y nutrientes necesarios para que el cuerpo se mantenga con energía y equilibrio, lo que verdaderamente necesitamos.

La alimentación es uno de los pilares de básicos de la salud y además de mejorar nuestra vida y aportarnos sabor, contribuye a conservar sosteniblemente el medio natural que nos rodea.

Mi recomendación: la cesta ecológica de La gallina Violeta un proyecto de vida en Jerez que recupera los sabores antiguos y contribuye a las personas y al mundo.

CESTA ECOLÓGICA- verduras, frutas, cereales, frutos secos, hierbas aromáticas y variedad de semillas.

2. Aceites Esenciales

Los Aceites Esenciales son una manera muy fácil de llevar la naturaleza en su estado más puro a tu casa u oficina. Puedes empezar también a usarlos como botiquín básico en casa, para mejorar tu descanso, ayudarte en la concentración o mejorar ese chichón recientemente sufrido.

Puedes comenzar probando 1 o 2 Aceites Esenciales (la lavanda, el romero, etc.), pero si realmente lo que buscas es disminuir drásticamente los tóxicos de tu hogar, regala o regálate el kit de inicio. Enseguida notarás la transformación de tu hoga y tu vida.

Mi recomendación:  el kit de inicio de Aceites Esenciales. Un pack muy completo ideal para empezar a tener contacto con los aceites que que incluye 12 aceites esenciales y un elegante difusor que podrás utilizar en cualquier estancia de la casa. Incluso hay una versión de kit con un difusor en forma de Búho que hará las delicias de los niños con sus sonidos de naturaleza y sus luces de diferentes colores. Divertido y saludable a la vez.

3. Agua viva, agua alcalina

El agua es el líquido fundamental para la generación y mantenimiento de la vida. El 65-75% del cuerpo se compone de agua (células y sangre). Y según la Unión Europea se recomienda una ingesta diaria de 2 a 2,5 litros de agua.

Mi recomendación: Agua Nikken, un sistema de filtración que elimina las impurezas del agua potable y funciona de forma natural. Proporciona agua viva, libre de metales pesados y productos químicos. Simula el proceso de la naturaleza en los diferentes ciclos del agua, contiene minerales y oxigeno imprescindibles para fortalecer el funcionamiento de nuestro cuerpo.

4. Regalar libros

Leer un libro no solo te ayuda a ampliar tu vocabulario, sino que ayuda a reducir el estrés, mejora la reserva cognitiva, aumenta la concentración y mejora la memoria. Un cerebro saludable es garantía de una buena vejez, y puede ser una llave para enfrentar situaciones y aportar valor a otros.

Mis recomendaciones: El silencio sana (Duran-Serrano), El método Clean para el intestino (Alejandro Durán) y El olor de la Psique (Peter Damian).

5. Regalar masajes

Un masaje es todo un acierto. ¿Quien no quiere sentirse mimado y tocado por unas manos expertas?. Los masajes disminuyen los niveles de estrés y ansiedad y pueden ser de gran ayuda para aliviar y mejorar molestias. Sin duda otro regalo estrella de estas Navidades.

Favorecen la eliminación de toxinas, disminuyen la tensión muscular y ayudan a aumentar la flexibilidad. También son excelentes para mejorar la circulación sanguínea, calmar dolores, y mejorar la tonificación de los músculos.

Mi recomendación: dejarte cuidar por el equipo de Fisiobahia en el Puerto de Santa María, que con más de 16 años de experiencia, ofrece terapias avanzadas y un trato más que personalizado. No saldrás de allí sin una buena sonrisa y un cuerpo más saludable.

6. Regala belleza para los hogares

Ahora más que nunca pasamos más tiempo en casa. Días y horas en espacios limitados en donde la belleza que te rodea te ayudará a apartarte de lo que te destruye y te enferma. Los objetos, los detalles o incluso la falta de excesos activan el optimismo y despierta el amor a la vida. La belleza que nos rodea activa los dos hemisferios del cerebro, fortaleciendo la inteligencia emocional (la capidad de reconocer nuestras emociones y las de los demás).

Mi recomendación: visita Little London, y déjate llevar. Una encantadora boutique de decoración y ropa, con un gusto exquisito situada en el Centro comercial de Vistahermosa, en el Puerto de Santa María. También me gusta mucho Tendencias, una tienda de muebles y decoración con la excelencia y calidad de franco furniture y la atención honesta y personalizada de Jesús.

Expande tu amor y la felicidad por aquellos a los que regalas y amas. Expándelo por el mundo con corazón.

Regala y agradece cada día tu regalo más preciado, LA VIDA.

¡FELICES FIESTAS Y FELIZ NAVIDAD!